Las gafas de sol polarizadas son aquellas que ofrecen una protección visual extra, en especial cuando los destellos son habituales.
Por ese motivo se emplean para practicar deportes o actividades que se realizan al aire libre. Como ejemplo, son habituales en la navegación, el esquí o el ciclismo, entre otros. O también completan el estilismo en un look casual.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre el funcionamiento de este tipo de cristales.
Cómo son las lentes de las gafas de sol polarizadas
Antes de nada, es importante comprender la forma en que actúa la luz. Al igual que pasa con el sonido, los rayos del sol se trasladan por medio de ondas vibrantes. Estas rebotan contra las superficies.
Debido a ello, el ojo capta de forma demasiado agresiva los rayos que provienen del mar (u otras masas de agua), la nieve, edificios acristalados, etc. Esta acción natural es conocida como reflexión.
Para tamizar esa luz se emplean lentes con filtro polarizado, que se encargan de suprimir los reflejos. Hay que destacar que el grado del filtro puede ajustarse y varía de un modelo a otro.
Ampliamos la explicación haciéndote saber cómo son los modelos que ofrecemos en Boval:
Gracias a estos sistemas nuestra vista está sometida a menor fatiga, es decir, disfruta de confort visual.
Y, además de proteger el ojo, este tipo de cristales permiten captar con mayor precisión el color real de los objetos y los paisajes.
En definitiva, son los más indicados para evitar el fenómeno del deslumbramiento o los conocidos “destellos”.
Como siempre ocurre, tienen pros y contras con relación a las gafas de sol convencionales, de los que te hablaremos en próximas entradas de este blog.
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